Un mito común sobre los negocios es que para crear o empezar uno, se necesita contar con un buen capital o presupuesto.
Muchas personas afirman que “si tuvieran dinero” crearían su propia empresa. Otras planifican ahorrar unos años parte del dinero que reciben por sus empleos, para recién ahí empezar con la creación de su empresa.
Pero lo cierto es que para poder empezar un negocio, antes que contar con un gran capital o inversión, se necesita creatividad.
Veamos a continuación algunas ideas o consejos sobre cómo podemos iniciar un negocio con poco capital o presupuesto:
Iniciar un negocio en casa
Antes que empezar por rentar una oficina para nuestro negocio, por qué no empezar habilitando una oficina en nuestra casa.
Tal vez nuestro hogar no esté en un sitio comercial o cercano a nuestro público objetivo, pero si hacemos una buena promoción y publicidad, nuestros clientes nos buscarán y encontrarán donde sea que estemos.
Iniciar un negocio en Internet
Antes que crear un negocio que implique el rentar o adquirir un local o una tienda, por qué no iniciar nuestro negocio en Internet.
Podemos crear una página web donde ganemos dinero por publicidad, o crear una página web o tienda virtual en donde promocionemos y vendamos productos, que al ser pedidos, en caso no los fabriquemos nosotros, podemos comprarlos en el momento, o tenerlos almacenados en un pequeño cuarto en nuestro hogar.
Convenios con proveedores
Otra forma de empezar un negocio con poco presupuesto es buscando convenios o acuerdos con nuestros proveedores, estos acuerdos pueden consistir en canjes o trueques, por ejemplo, brindarles nuestros servicios a sus trabajadores a cambio de que nos provean de insumos o mercaderías, o buscar que nos otorguen algún crédito comercial, que nos permitan pagar los insumos o mercaderías a un plazo determinado.
Otra forma de realizar convenios con proveedores es buscar empresas que nos brinden o presten enseres o equipos necesarios para iniciar nuestro negocio, a cambio de simplemente de mantener la publicidad colocada en dichos equipos o enseres, y vender solamente su marca. Esto se da, por ejemplo, en algunas cervecerías, que tras previa evaluación nos pueden otorgar mesas, sillas, máquinas refrigerantes, vasos, porta vasos, servilleteros, etc., a cambio de la publicidad que colocan en ellos, y de vender exclusivamente su marca.
Alquilar en vez de comprar
No sólo podemos alquilar el local u oficina necesaria para nuestro negocio en vez de comprarlos, sino que hoy en día, también podemos alquilar o rentar casi todo.
Hoy en día existen varias empresas dedicadas a alquilar enseres, equipos o maquinarias a otros negocios.
Si los costos se nos hacen muy elevados, podemos optar por empezar alquilando, por ejemplo, alquilar las mesas o sillas de nuestro restaurante restaurante, o alquilar la computadora necesaria para nuestra oficina.
Alquilar un pequeño stand Si la idea de nuestro negocio es contar con un local o una tienda, pero no contamos con suficiente capital inicial, por qué no empezar rentando un pequeño stand, ya sea en un centro comercial, en una galería, en un mercado, etc.
Dependiendo de su ubicación, podemos encontrar stands de todos los precios.
Incluso, podemos optar por asociarnos con otro empresario que venda productos similares al nuestro, y alquilar juntos el mismo stand.
Alquilar un espacio dentro de otro negocio Podemos también empezar con rentar un pequeño puesto dentro de un negocio establecido, por ejemplo, alquilar un espacio dentro de una tienda grande de textiles, en donde podamos ofrecer y vender nuestros propios productos.
Para ello, no es necesario esperar que el dueño del negocio o tienda ofrezca alquilar un pequeño puesto o espacio dentro de él, sino que nosotros mismos podemos hacerle la oferta, ofreciendo pagar un alquiler y/o una comisión por que nos otorguen un espacio que no esté usando o no esté siendo bien aprovechado dentro de su local.
Vender a otros negocios
Antes que tener un negocio que requiera de un local o una tienda en donde vendamos productos al público, podemos optar por crear un negocio que consista en vender al por mayor, es decir, vender productos que produzcamos, mandemos a producir o comercialicemos (compremos y vendamos), a otros negocios o empresas, para que luego éstas los vendan al consumidor final (al público).
Este modelo de negocio nos evita el tener que rentar una local o una tienda, pues los productos los venderemos a otros negocios que a su vez se encargan de ofrecerlos al público, pudiendo tener nuestra base de operaciones simplemente en nuestro hogar.
Dejar a consignación a otros negocios
Si se nos hace difícil vender nuestros productos a otros negocios o tiendas para que éstos los ofrezcan al público, podemos optar por dejarles nuestros productos a consignación, es decir, dejarles nuestros productos, y cobrar a medida que el intermediario los vaya vendiendo.
Y, una vez que aumente el movimiento de nuestros productos, dejar de lado la consignación, y empezar a venderles al contado.
Vendedores por comisión
Una forma de empezar a vender nuestros productos sin necesidad de gastar mucho, es contratando vendedores y pagándoles por comisión, es decir, pagándoles un porcentaje de acuerdo a la cantidad de productos que logren vender al consumidor final, o colocar en otros negocios o empresas.
Y ya más adelante cuando aumenten las ventas y ya no nos sea tan rentable pagarles por comisión, contratarlos y pagarles un sueldo fijo.
Comprar a bajos precios
No debemos apurarnos y adquirir los primeros enseres, equipos o maquinarias que encontremos, siempre debemos tomarnos nuestro tiempo, investigar bien el mercado, y buscar buenos precios.
Siempre habrá algún sitio en donde podamos encontrar los enseres o equipos que necesitamos para iniciar nuestro negocio, a un bajo costo comparado con otros lugares.
Buscar asociarse a un negocio ya establecido
Otra forma de iniciar un negocio con bajo capital es asociándonos con el dueño de un negocio ya establecido.
Por ejemplo, si tenemos un amigo o conocido que sabemos que no le está yendo bien en su negocio, que tiene muchas dificultades y le falta más capital para invertir, podemos ofrecernos a entrar en su negocio, a ser su socio, invirtiendo una determinada cifra, y ganar un porcentaje de las utilidades de acuerdo a lo invertido y al trabajo o funciones que realicemos.
Buscar financiamiento
Y, por último, en caso que el dinero que tengamos ahorrado igual no nos sea suficiente, siempre tenemos la posibilidad de buscar un financiamiento.
Podemos pedir dinero prestado a familiares, amigos, bancos, entidades financieras dedicadas a la pequeña empresa. Podemos buscar un socio que invierta y trabaje con nosotros, o un inversionista o financista que solo aporte dinero. Podemos participar en concursos sobre proyectos de negocios, etc.
Para ello, el paso fundamental es desarrollar un buen plan de negocios, que nos permita demostrar lo atractivo de nuestro proyecto y, a la vez, demuestre que seremos capaces de poder pagar oportunamente la deuda.